Las empresas que operan en sectores altamente regulados y ambientalmente sensibles, como la siderurgia y el saneamiento, enfrentan desafíos complejos para garantizar el cumplimiento normativo y obtener certificaciones de sostenibilidad. Estos sellos representan más que una ventaja reputacional: en muchos casos, son requisitos en contratos públicos, criterios de evaluación para inversionistas y compromisos asumidos en estrategias ESG.
Pero ¿cómo asegurarse de que todos los aspectos críticos estén cubiertos en tiempo real, desde la gestión de riesgos hasta el relacionamiento con stakeholders?
Es aquí donde la inteligencia estratégica se vuelve esencial.
Siderurgia: desafíos relacionados con la contaminación ambiental y el uso intensivo de agua
El sector siderúrgico está constantemente bajo la mirada de comunidades, autoridades reguladoras y gobiernos. Entre los principales puntos de atención se encuentran los impactos vinculados a la contaminación ambiental y el elevado consumo de recursos hídricos. Incluso con inversiones significativas para mejorar sus procesos, muchas empresas siguen enfrentando resistencia de diferentes actores locales.
Por eso, no basta con implementar buenas prácticas ambientales. Es fundamental monitorear los temas más sensibles, anticipar riesgos y mantener registros organizados que demuestren el progreso y el compromiso de la empresa.
Con el apoyo de soluciones de inteligencia como las de TSC, las empresas pueden:
Saneamiento: nuevas exigencias requieren inteligencia
Las empresas de agua y saneamiento también están en el centro de discusiones cada vez más exigentes sobre transparencia, impacto ambiental y responsabilidad social. La cobertura en zonas vulnerables, la calidad del servicio y la gestión eficiente de los recursos son temas que generan constante atención.
Para estos actores, contar con inteligencia sobre lo que se está debatiendo en el sector, los cambios regulatorios que se avecinan y quiénes son los principales interlocutores puede ser determinante para avanzar en certificaciones y evitar retrocesos.
La certificación es el resultado de un proceso bien monitoreado
La obtención de una certificación de sostenibilidad no comienza con una auditoría. Es el resultado de un proceso continuo de escucha, análisis y acción coordinada en torno a los temas que realmente importan para el negocio y la sociedad.
Cada vez más empresas están adoptando enfoques basados en inteligencia sobre temas y actores. Comprender qué está ocurriendo y con quién se debe dialogar deja de ser una ventaja para convertirse en una necesidad si se quiere transformar el esfuerzo en reconocimiento.
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